Logia Unanimidad N 3 La Guaira
Los QQ:.HH:. de La Guaira escriben en este folleto una serie de datos que constituyen un aporte considerable para la construcción de la Historia de la Masonería en Venezuela. No obstante que existen algunas lagunas, normales en este tipo de investigaciones, pero sin restarle la debida consideración y respeto que merece este tipo de iniciativas.
Menciona algunos antecedentes "masónicos" a la existencia de la logia Unanimidad N 3 de La Guaira, entre los que vale destacar, la existencia de una logia llamada Cartago, que además contó con carta patente de la logia de Pensylvania bajo el número 176 y con fecha 4 de abril de 1809. Este último dato coincide con la fecha de la llegada a la masonería a Venezuela que señala el Q:.H:. José de Jesús Castro, llegó la masonería a Venezuela en 1808 eso lo escribió en una nota del editor que agrega a la traducción del libro de CLAVEL, F.T. Bègue Historia de la Francmasonería y de las Sociedades Secretas antiguas y modernas, Caracas, Caracas, Imp. José de Jesús Castro, 1858, 276 p.. Para los masones de Caracas, 1853, cuando se dirigen al presidente Monagas solicitando amnistía para el general Mariño, preso por una intentona golpista, le recordaron la generosidad de los QQ:.HH:. Bolívar y Morillo, al
acordar el principio del fin de la Guerra a muerte.
El Abrazo de Santa Ana de Trujillo |
Otra pieza documental perfectamente ensamblada dentro de la lógica historiográfica resulta la noticia que ofrece en la página 18 "El 11 de noviembre de 1822, fueron expedidas bajo los números 75 y 76 por la Grand Lodge of Maryland, las cartas patentes para la Resp:. Log:. Unanimidad y Bolívar respectivamente, ... Años más tarde, encontramos en el Archivo de la ANH, un documento firmado por el General Páez, donde solicita una patente semejante, y dice que por consejo del Q:.H:. John King, quien había sido emisario de las logias de Barcelona, La Guaira y Cumaná, fechada en 1823. En este folleto también mencionan al hermano King, sobre cargo de una línea estadounidense que cubría la ruta. El Cónsul británico en La Guaira, Sir Robert Ker Porter, menciona a King un par de veces en su Diario.
Texto de Vanegas haciendo click |
En otra pieza clásica de la documentación masónica, Carta al Maestro Agustín Beroes dirigida por Ricardo Vanegas, expresa su conocimiento de la introducción de la masonería a Venezuela, en 1817, en los regimientos militares, tanto patriotas como realistas.
En nuestro libro Herederos de las Guildas (Masonería, Rituales y Cofradías) Caracas, IVEM, 1995 dedicamos un espacio a la masonería en La Guaira, y lo ampliamos y corregimos en una edición especial de aniversario del semanario Las Verdades de Miguel. Encartado con el Título La Historia Oculta de Venezuela, "Genealogía de las logias" Caracas, mayo de 2005.
En la década de los noventa veíamos el asunto así: "Existen
publicaciones que aseguran que la constitución de la primera logia venezolana
fue en Carúpano en 1814, conocida como
la logia Patria[1].
Otras hablan de La Asunción[2], o de la logia Protectorade las Virtudes N 1 de Barcelona fundada en 1812[3]. La Logia Cartago en La Guaira en 1809.[4] Pero las referencias
bibliográficas más antiguas que se conocen provienen de la época de
internacionalización de la
Guerra de Independencia. Los primeros masones que dejaron
testimonio de su presencia como tales son de origen europeo, una vez más como
en las Islas del Caribe, dentro de las guarniciones militares británicas
francesas y españolas." El tema es que todas las obras citadas se fundamentan en tradición oral en el mejor de los casos, y con serias contradicciones de marco histórico.
En este particular debo destacar, que Bartolomé Tavera Acosta, historiador y masón, dedica el último capítulo de su segundo tomo a la masonería, muestras serias dudas respecto a la condición masónica de las reuniones de los conspiradores de Bárcenas.
Profesor Francisco Stormrs autor de este preciado regalo historigráfico |
En la Guaira debieron funcionar algunas "Sociedades secretas o sociedades patrióticas" y cuyos nombres suelen citarse como Cartago, Aurora o Guaira". Esta es una de las opiniones más sanas que he reseñado sobre esta hermosa tradición. Es difícil creer la historia de unos presos que iniciaron a sus carceleros en la masonería, y aquellos, a cuenta de hermanos, los dejaron escapar. Pienso que en la trayectoria histórica de los hombres que se iniciaron en la masonería, hay una vocación de servicio y trabajo por el bien de la sociedad, que va más allá, de la fama de conspiradores que le achacan sus enemigos. Esto no quiere decir tampoco que no se presta su estructura organizativa para montar una conspiración como la que montó Francisco de Miranda inspirado en los libros de masonería que le compró a su librero Pedro Antonio Lelaux. Nos queda para otro espacio la forma como abordó Celestino Romero, el tema de Gual y España.
[1] SALVATTI,
MANUEL A. Anotaciones Históricas sobre la masonería en Carúpano desde 1814 a 1918 México,
Ed. Menphis, 1962, 59 p. Recopilación IVEM N 19, Caja 19 N 1 fls 4-32
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